Piedras en el camino

Por: San Isidro


Cruzar fronteras portando el nombre de Express MG, para nosotros, representa vivir experiencias únicas ya que podemos conocer nuevos lugares del país y nos mantenemos vigentes en el camino.

Sin duda, sumamos momentos espectaculares en los viajes que realizamos día con día pero también nos enfrentamos a situaciones inesperadas que retan la tranquilidad de nuestros trayectos.

A lo largo de estos años que he sido parte de la Familia Express MG, he pasado por diversas situaciones complejas, como lo han sido eventos climatológicos severos que han alterado mis viajes. Ahora lo platico sabiendo que son anécdotas, pero en esos instantes sólo piensas en protegerte y llegar a salvo a tu destino.

En una ocasión, en Mérida, me tocó presenciar un ciclón que se estaba desarrollando cerca de la ruta, por lo que decidí por mi seguridad y por la del embarque, parar cerca de un estadio de béisbol. En la espera, sólo veía que la lluvia iba y venía, y tan fuerte era la tormenta que, a pesar de tener un embarque de 35 toneladas, aún así el aire jalaba mi transporte de forma violenta, incluyendo varios postes de luz y cables que al final tronaron y ocasionaron que todo quedara obscuro. Por varias horas esperé hasta que terminara, cerciorándome de que el camino era seguro para continuar con mis deberes.

Otra experiencia similar fue cerca de las costas del Océano Pacífico en el que una tormenta tropical fue cubriendo la zona en la que estaba realizando diversos servicios. En ese viaje recuerdo que estaba transportando aproximadamente 40 toneladas de mercancía por lo que debía tener extremo cuidado y más bajo esas condiciones meteorológicas. Durante el camino logré ver cómo anuncios y diferentes objetos peligrosos caían sobre el pavimento y también mi camión se movía de un lado a otro, por lo que tuve que manejarlo a la menor velocidad posible. Hasta que llegué a un punto en el que me encontré con otros transportistas que manejaban a la par para evitar volcaduras o algún otro accidente. Al entrar a Mármol, una comunidad cerca de Mazatlán, todos los transportistas decidimos no continuar más y esperar a que se calmara la tormenta para seguir realizando mis servicios.

Estas, entre otras historias más, son parte de de esta aventura como transportista que definitivamente nos hace vivir situaciones complicadas pero también nos ayudan para mantenernos firmes para cumplir con nuestros objetivos y seguir recorriendo el camino que debemos cubrir en ese momento.

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